El fablab funciona en la Escuela de Arquitectura de Sevilla desde 2012, cuando nos incorporamos a la red mundial de fablabs, con sede en el MIT. Desde el principio, gracias al empuje de sus promotores en Sevilla, los profesores José Pérez de Lama y Manuel Gutiérrez de Rueda, se quiso aprovechar las sinergias que provoca esta red.
Sinergias que aprovecharon nuestros estudiantes conociendo lo que se hace en otros lugares del mundo, en otros fablabs, y generando conocimiento transversal a través de cursos y jornadas, además de recibir a otros fabbers de todo el mundo que nos enseñaron otras formas de hacer. Con estas formas, con estas estancias, con estos cursos de fabricación digital, con estas experiencias, nuestros estudiantes fueron aprovechando este contacto con las nuevas tecnologías para adaptarlos y, en muchos casos, dirigir su futuro profesional en base a estas colaboraciones.
Francisco Diaz es uno de estos estudiantes, ya egresado, máster MIATD, actualmente jefe de estudios la BAU (Centro Universitario de Artes y Diseño de Barcelona) que supo enfocar toda esa experiencia participando en las actividades que el propio fablab generaba, como por ejemplo organizando, junto a otros estudiantes, el primer fablab kids, una iniciativa que propuso Heloisa Neves, fundadora de We Fab, y que permitió acercar la fabricación digital a niños de primaria.
Gracias a estos contactos, y también a sus conocimientos de impresión 3D y fabricación digital, participó en la creación del colectivo sevillano Exando una Mano, que se dedica a investigar, experimentar, difundir y promover la autofabricación y el desarrollo de prótesis personales, dentro de un proyecto mucho más ambicioso sobre hardware libre.
Francisco Diaz aprovechó la oportunidad que brindaba Medialab Prado de Madrid, como proyecto de investigación dentro de su convocatoria pública, para presentar un proyecto que permitiera un mayor recorrido de la idea original de Exando una Mano, participando en la creación de Autofabricantes, con el desarrollo e investigación de hardware libre y código abierto prótesis de manos mioeléctricas y mecánicas para niños.
Este proyecto sigue su recorrido con su réplica en dos universidades españolas y, en 2018, nace Gekkolab como red internacional impulsada por Autofabricantes, de la que Francisco sigue siendo coordinador general. Desde 2021 tienen sede permanente en México, donde tienen un equipo permanente de cinco personas, logrando el mismo impacto social que el conseguido en Madrid.
Ahora trabajan en crear nuevas sedes en otros paises, siendo los próximos Chile y Uruguay donde, además, lo está poniendo en marcha otro fabber egresado de la Escuela de Arquitectura, Alberto de Austria, que es profesor en Uruguay. En España, Autofabricantes está más centrado en análisis clínicos para revisar la mejora en la calidad de vida de todas las personas con las que hemos desarrollado prótesis.
También implementan y mejoran todos los protocolos de trabajo, evaluación y sistemas de calidad de producción. Y su impacto llega mucho más allá, pues Autofabricante ha sido protagonista de más de veinte publicaciones científicas, también es caso de cinco tesis doctorales en varios países, con otras dos en proceso, generando multitud de artículos en prensa. Gracias al convenio con la Universidad Politécnica de Madrid, desde 2018 cuarenta y dos estudiantes han desarrollado TFG, TFM o prácticas con autofabricantes portando más de 15000h de investigación y trabajo, completando varios trabajos de prótesis con alta complejidad de pierna, brazo, silla de ruedas y pruebas de materiales de impresión 3D.
Y Francisco Díaz no está solo, pues de su propia generación de egresados y egresadas surgieron, uniendo su talento en el fablab de la Universidad de Sevilla, otros muchos estudiantes que ahora son referentes en múltiples campos donde la arquitectura actúa como nexo de unión para desarrollar su talento. Egresados de la escuela como Camila René Maggi, que ha participado en el diseño y análisis metodológico y también está haciendo una tesis doctoral a partir de un proyecto más creativo llamado LATE, que surgió en Autofabricantes.