Con satisfacción hemos asistido a la inauguración de un proyecto al que le ha costado ver la luz. Por fin, tras años buscando su ubicación ideal, su ubicación en la Residencia Universitaria Flora Tristán, capitaneado por ARETÉ, con las bendiciones del señor alcalde, del rector de la UPO y de múltiples agentes sociales, da forma a un laboratorio ciudadano de fabricación digital a imagen de nuestro fablab.
Dar el salto para que nuestro espacio sea copiado en Sevilla no ha sido fácil, ha habido varios intentos pero la filosofía de lo que debe ser un fablab o similar no siempre ha cuadrado con las ideas políticas, con entender que es un sitio donde se potencia el talento, el conocimiento silvestre y las ganas de aprender y enseñar.
Recordando frases como: "aquí vamos a hacer todo el mobiliario del ayuntamiento" o "esa máquina es la que diseña", cuando quien diseña es la persona y la máquina sólo hace lo que le pedimos, es una constante contra la que luchar en espacios como el nuestro. Ayudamos a ayudarte, aprendemos a que aprendas, facilitamos el conocimiento a través de una filosofía y un equipamiento que permite que cualquier idea, casi cualquier idea, vea la luz con nuestra ayuda, pero no haciéndolas por tí.
La apuesta es fuerte, porque si las partes implicadas no entienden esta filosofía, el recorrido es corto, y si tiene éxito, la réplica de estos espacios por los barrios puede llevar a dar un salto en la divulgación de la tecnología que permita a los vecinos, con cualquier edad, sin importar el umbral de entrada al conocimiento, poder hacer, fabricar aprendiendo.
Lo más fácil ya se ha hecho, abrir un espacio en un sitio muy necesitado, ahora hay que empezar a andar. Mucha suerte, estaremos ahí para ayudar en los tropezones. Porque en un sitio como éste se aprende sin miedo a equivocarse, pues es parte del proceso.